1 cebolla grande fresca
1 escarola
150gr de salmon fresco
2 calabacines grandes
Sal
Pimienta
30 cl de aceite de oliva
Salsa de tomate frito
Pure de patatas
100 gr de parmesano rallado
Semillas de amapola
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Se cortan en trozos de 4 cm aprox. los calabacines, el grosor debe de ser importante, no demasiado finos.
Se vacían con una cucharita o sacabolas si dispones de él y se reserva.
Se hornean con sal a una temperatura de 180 grados, durante unos 10 minutos con el horno ya precalentado.
Mientras en un cazo se fríen una cebolla en daditos y 150 gramos de salmon fresco. Se le añade una escarola con el relleno de los calabacines que habíamos reservado, todo ello salpimentado y con un chorrito generoso de aceite de oliva. Una vez bien mezclado todo y bien reogado, lo apartamos y lo dejamos que se enfríe. Una vez que este relleno y los calabacines previamente horneados esten fríos, los rellenamos y lo colmamos con puré de patatas (a ser posible casero) y lo espolvoreamos con queso parmesano o similar.
Estos se hornean durante unos 5 minutos a 220 grados, o hasta que veamos que se han gratinado bien. Para la presentación, va bien un fondo de tomate frito a ser posible casero y unas semillas de amapolas (si se consiguen) para darle algo de contraste al rojo y verde ya que estas son negras.